Es que no me tienen pasencia

A mi compinche le ha dejado de funcionar la pija. Con sus treinta y pico de años, yo creo que es por estar fumando monte desde los diecisiete. Quisiera poder ayudarlo pero no como el duende escocés que les vende polvo a las hijitas de papa universitarias que regresan a la ciudad durante las vacaciones. En algún momento él le había querido pedir al duende una dosis de Viagra, para evitar la penosa experiencia de la noche anterior; pero en vez de escribirle al escocés, mandó ´Ey, ¿será que me puedes conseguir Viagra?´ a la modelo excéntrica y empática que anoche le había mentido y asegurado que, “¡Es normal! ¡Les pasa a todos los hombres!”
No es la primera ocurrencia de un celular jodiéndole la vida. Mientras en el trabajo platicaba sobre la pelirroja de 21 años con tres hijos con quien se había revolcado la semana pasada, al sentarse, su culo la marco y ésta pudo apreciar sus propias delicadezas personales, la cantidad exorbitante de vello corporal y la rabia sexual que la convierte en estrella porno cada vez que se echa más de 3 tequilas.
Luego está la de cabello castaño con quien mi compinche se había comprometido por seis años, la que lo insultaba por ser muchacho de campo, fanático de Rick Perry y por una falta de predisposición a las intelectualidades. Se rehusaba a tener sexo con él, acusándolo de ser un hombre-puto-borracho. Ella por fin se fue a Nueva York en búsqueda de un trabajo que nunca conseguirá.
Yo creo que es a causa de esta energúmena que estoy en este maldito hospital, esperando a que salga mi amigo en silla de rueda. ¨No le dirás a nadie, ¿verdad?¨ Conmigo está a salvo tu secreto, mi pana, pero de repente en Texas te pueden poner preso por auto-castración.

By galacticrenaissance

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